Llega el verano y con él los helados, granizados, batidos o bebidas frías. En muchos casos esto suele traducirse en sensibilidad dental, que es ese dolor intenso y transitorio causado por la exposición de la dentina (parte interna del diente) a un estímulo externo como pueden ser los alimentos fríos anteriormente mencionados. El 67% de las personas tienen sensibilidad dental a bebidas y comidas frías, aunque también hay otras causas como las bebidas y comidas azucaradas, calientes o al mismo aire frío.
El principal consejo es siempre visitar a tu dentista, pues puede que también esté relacionado con otras causas ajenas al medio externo: caries, enfermedades de las encías, esmalte dental desgastado, dientes rotos o astillados…
Sin embargo, 5 son los consejos a tener en cuenta en verano para tratar de evitar esta sensación en nuestros dientes:
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11/10/2017