Infecciones orales más habituales: ¿Cuáles son?

La mayor aliada contra las enfermedades bucodentales es la prevención, lo que se ha convertido en un pilar fundamental de nuestra misión en los 30 años que llevamos cuidando de tu salud dental. Por eso, vamos a hacer un repaso a las infecciones orales más habituales y te diremos cómo evitarlas. Si conocemos sus características, podremos prevenir su aparición y reconocer sus primeros síntomas.

La caries

Es la infección número uno, una verdadera pandemia que afecta el 90% de la población mundial. Ninguna otra enfermedad está tan extendida, salvo la gripe. De origen bacteriano, su aparición está directamente relacionada con el consumo de alimentos con exceso de azúcar. Las bacterias tienen capacidad para metabolizar los restos de los alimentos y convertirlos en ácidos que erosionan y destruyen el esmalte dental.

Su tratamiento se reduce a un empaste dental, en su fase más inicial. Si la caries es más profunda, se requiere una endodoncia que elimina la pulpa del diente y sella los conductos pulpares.

La mejor manera de prevenirla es siguiendo una dieta baja en azúcares y rica en verduras. Por supuesto, es vital seguir una rutina de higiene dental efectiva en dientes, lengua y espacios interdentales, tanto para eliminar los restos de alimentos como para mantener un nivel bajo de placa bacteriana. También resulta determinante la aplicación de flúor, tanto en el domicilio (dentífricos, colutorios…) como las aplicaciones de flúor de alta concentración en la clínica.

La gingivitis

También producida por bacterias, consiste en la inflamación de las encías. Uno de sus síntomas más reconocibles es el sangrado de las encías durante el cepillado. También la sensibilidad dental o la halitosis pueden ser síntomas de esta infección. La gingivitis suele estar causada por la acumulación de sarro y placa bacteriana en el surco gingival. Otro gran enemigo de la salud fomenta su aparición al reducir las defensas de las encías: el tabaco. Además, fumar afecta al sistema inmunitario, con lo que la curación de una infección en las encías será más difícil y lenta.

La periodontitis

Esta enfermedad es más grave, ya que ocurre cuando la gingivitis no ha sido tratada a tiempo. Si la infección avanza, afecta al hueso maxilar que sirve de soporte al diente. Esto provoca que la pieza dental se mueva y pueda despegarse del ligamento periodontal. Además, puede dar lugar a un absceso dental, produciendo una acumulación de pus e inflamación de los tejidos que rodean el diente.

El tratamiento de las enfermedades de las encías corre al cargo de las higienistas dentales, que en las fases iniciales pueden eliminar el sarro y placa dental causantes de la inflamación y pérdida de soporte óseo.

Para evitar estos problemas, debemos mantener una correcta higiene dental, prestando atención a la encía y a los espacios interdentales, usando hilo de seda dental y cepillos interproximales. En ocasiones es recomendable el uso de colutorios que eliminen la placa bacteriana y de dentífricos con flúor.

En cualquier caso, es aconsejable realizar una revisión semestral en la consulta del dentista. Nuestro pla Fluor está especialmente diseñado para realizar las visitas de control recomendables para detectar y tratar a tiempo estas enfermedades orales infecciosas.