¿Qué debo hacer para eliminar el mal aliento?

La halitosis es un trastorno mucho más común de lo que se cree, y es que afecta a una de cada cuatro personas. Un problema común y embarazoso, pero que tiene consecuencia más allá de que las relaciones sociales se vean condicionadas. En ocasiones el mal aliento puede ser puntual, bien por la ingesta de algún alimento, o ser un problema crónico. Por eso es de suma importancia revisar qué causas lo han provocado para buscar una solución adecuada.

El mal aliento suele estar provocado por alguna de esas causas:

• Por una incorrecta higiene bucal. El cepillado de los dientes es vital para evitar caries, placa, u otras enfermedades bucales, pero en ocasiones no lo hacemos del todo bien. No usamos el hilo dental para eliminar posibles restos alimenticios que acumulen bacterias, o principalmente no limpiamos la lengua correctamente, y es en la superficie lingual donde se acumulan una serie de bacterias que propician la aparición de la halitosis. Un buen método es usar un raspador lingual o bien el propio cepillo para eliminar restos.
• Enfermedades bucales y caries. Las caries no tratadas son un nido de bacterias que además de extenderse pueden acumular restos que luego se descomponen y causan el mal aliento. También lo causa la gingivitis en las encías y más agravado la periodontitis.
• Por alguna infección de la garganta, o por una infección de las amígdalas, que pueden albergar en sus cavidades bacterias así como mucosidades, que hagan que el mal aliento aflore a la superficie.
• El consumo de alcohol y tabaco. Además de amarillear los dientes harán que la halitosis sea crónica. Está muy asociado al alcohol, porque además se retroalimentan.
• Por la ingesta de ciertos alimentos, como pueden ser el ajo o la cebolla, harán que tengamos halitosis puntualmente por este motivo, no por una enfermedad subyacente.
• Por enfermedades crónicas. En estos casos no tiene que ver con una incorrecta higiene, sino que es derivado de la enfermedad que se padece previamente. Por ejemplo la diabetes.

Para solucionarlo tenemos dos vías, una inmediata y que va encaminada a ocultarlo, como los chicles, espráis, etc. Es una buena opción para cuando la halitosis es esporádica, por ejemplo si has comido algún alimento que la causa. La otra vía, que es la más recomendada en caso de que persista, es visitar a tu dentista para determinar las causas exactas que lo originan y cuál sería el mejor tratamiento.