¿Qué tipos de frenillos bucales existen y cómo se diagnostican?

16/10/2015

Para conseguir una buena salud oral, no sólo se deben tener en cuenta los dientes y los maxilares óseos, sino que también los tejidos blandos, como la encía y la mucosa.

Si nos centramos en las mucosas bucales, podremos encontrar la mejilla, el suelo de boca, la parte interna de los labios y los frenillos.

Estas estructuras pasan desapercibidas durante una exploración bucal convencional, pero en el caso que provoquen alguna anomalía e interfieran en el correcto funcionamiento de la boca, ya sea en el habla, en la deglución o en la separación de los dientes, adquieren una especial importancia. En este momento es cuando el odontólogo puede hacer una valoración del caso o decidir si debe intervenir.

¿Qué son los frenillos?

Son bandas de tejido fibroso, muscular o ambas cosas, que suelen situarse a la línea media del paciente dentro de la boca. Se pueden insertar en el labio, en la lengua o en la encía.  Además, son estructuras dinámicas y están sometidas a variaciones de tamaño, forma, consistencia, etc.

¿Qué tipos de frenillos existen?

1.  FRENILLO LABIAL SUPERIOR.

2.  FRENILLO LABIAL INFERIOR.

3.  FRENILLO LINGUAL.

A continuación explicaremos algunos aspectos destacados de cada uno de ellos. 

1. FRENILLO LABIAL SUPERIOR

Es un repliegue fibroso de mucosa que va desde la cara interna del labio superior y se inserta en la encía hasta en el paladar. Puede estar presente tanto en niños como en  adultos, llegando a adoptar diferentes formas: gruesos, pequeños, grandes, etc.

¿Qué problemas puede ocasionar?

  • Separación de los dientes incisivos, provocando lo que llamamos “diastema”, pudiendo llegar a tener más de 6 mm de separación. ¡Es síntoma de alerta!
  • Limitación de los movimientos del labio superior.
  • Problemas para tragar saliva o para cepillarse.
  • Labio corto.
  •  Problemas de funcionalidad de prótesis removibles.

 

¿Cómo se diagnostica?

  •  Exploración clínica. El odontólogo realizará un examen clínico del paciente. Que los dientes incisivos superiores estén separados nos alertará.

Para poder valorar con exactitud si el frenillo es la verdadera causa de la separación de los dientes, se esperará a la erupción de los caninos superiores definitivos. Pero hay situaciones en que la relación causa-efecto es muy evidente, y no es necesario esperar.

  • Exploración radiográfica. Para descartar la posibilidad de tener un diente incluido o un tabique de hueso muy grande.

 

¿Cómo se trata?

Si el odontólogo lo cree conveniente, se procederá a realizar una frenectomía: extirpación completa del frenillo (con bisturí convencional o láser). Siempre se realiza con anestesia local.

Actualmente tenemos a nuestro alcance técnicas que ofrecen un mejor postoperatorio, como es el láser: menor tiempo de intervención, corte más preciso, cirugía sin presencia de sangre, mayor asepsia en el corte, menor inflamación postoperatoria, curación más rápida, sin necesidad de suturas, etc. 

 

2. FRENILLO LABIAL INFERIOR

Es un repliegue de mucosa en la línea mediana de la boca, que conecta el labio inferior con la encía.

¿Qué problemas puede ocasionar?

  • Recesión/retracción gingival: la encía del diente baja y deja al descubierto parte de la raíz del diente incisivo inferior, provocando más inflamación, bolsa periodontal e incluso movilidad del diente en casos más graves.

¿Cómo se diagnostica?

Con una exploración clínica.

¿Cómo se trata?

Como en el caso anterior, si el odontólogo lo cree conveniente se procederá a realizar la frenectomía. Se recomienda hacerlo con láser, ya que la intervención es más rápida y el postoperatorio es muy favorable.

Si es necesario, en algunas ocasiones, se hará un procedimiento de recubrimiento de la raíz mediante un injerto de encía del paladar (tema que ampliaremos en un próximo artículo).

3. FRENILLO LINGUAL

Es muy característico ya que constituye un cordón fibroso de encía que va desde la punta de la lengua hasta el suelo de boca donde se inserta. En la mayoría de casos se corrige cuando el paciente tiene 2-5 años.

 

¿Qué problemas puede ocasionar?

  • Lengua trabada o anquiloglosia, que puede provocar: problemas de deglución, alteraciones en la fonación /t/, /d/, /n/, /l/, /r/, problemas ortodónticos, etc.
  • En lactantes, pueden dar problemas de deglución de la leche.

¿Cómo se trata?

Como en el caso anterior, si el odontólogo lo cree conveniente se procederá a realizar la frenectomía. Se recomienda hacerlo con láser, ya que la intervención es más rápida y el postoperatorio es muy favorable. El beneficio inmediato del tratamiento será una mayor movilidad de la lengua, que necesitará una reeducación lo antes posible. Se indicará empezar un tratamiento de ejercicios con un logopeda.

Tratamiento multidisciplinar

En cualquier caso, antes de realizar cualquier intervención, el odontólogo deberá realizar una valoración integral de cada caso, ya que puede que sea necesaria la colaboración de otros especialistas: logopeda, ortodoncista, periodoncista, etc. 

 

Gibet Pons Taltavull

Licenciada en Odontología por la Universitat de Barcelona (UB)

Máster en Odontología Integrada de Adultos por la Universitat de Barcelona (UB)

 

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